miércoles, 10 de febrero de 2010

Jacquinia macrocarpa pungens

En Álamos la gente solía hacer jabón de la fruta del “sanjuanico”.

Por toda la región, la gente hizo collares de las flores del sanjuanico, una práctica seguida por los indígenas mayos, seris y yaquis.

Las flores son recolectadas y puestas a secar. Cuando se les re hidrata, aún las flores de cien años de antigüedad se miran como si fueran recientemente recogidas.

Las últimas tejedoras de los mayos aún usan el sanjuanico para hacer un tinte de color amarillo.

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